domingo, 28 de enero de 2024

Mário Faustino (Brasil, 1930-1962).

Vida Toda Lenguaje


Vida toda lenguaje,
frase perfecta siempre, tal vez verso,
generalmente sin cualquier adjetivo,
columna sin ornamento, generalmente partida.

Vida toda lenguaje,
hay sin embargo un verbo, un verbo siempre, y un nombre
aquí, allí, asegurando la perfección
eterna del periodo, tal vez verso,
tal vez interjectivo, verso, verso.
Vida toda lenguaje,
feto chupando en lengua compasiva
la sangue que la criatura esparcirá — oh metáfora activa!
leche brotando en fuente adolescente,
semen de hombres maduros, verbo, verbo.
Vida toda lenguaje,
los viejos que repiten los saben bien,
contra negras ventanas, imágenes cintilantes
que les dan turbas trayectorias.
Vida toda lenguaje —
                como todos sabemos
conjugar esos verbos, nombrar
esos nombres:
             amar, hacer, destruir,
hombre, mujer y bestia, ángel diabólico
y dios tal vez, y nada.
Vida toda lenguaje,
vida siempre perfecta,
imperfectos solamente los vocablos muertos
con que un hombre joven, en terrazas de invierno, contra la lluvia,
intenta hacerlo eterno — como se le faltase
otra, inmortal sintaxis
a la vida que es perfecta
                    lengua
                                eterna.

Versión al español doméstico: Minerva Reynosa


Vida Toda Linguagem

Vida toda linguagem,
frase perfeita sempre, talvez verso,
geralmente sem qualquer adjectivo,
coluna sem ornamento, geralmente partida.

Vida toda linguagem,
há entretanto um verbo, um verbo sempre, e um nome
aqui, ali, assegurando a perfeição
eterna do período, talvez verso,
talvez interjectivo, verso, verso.
Vida toda linguagem,
feto sugando em língua compassiva
o sangue que criança espalhará — oh metáfora ativa!
leite jorrado em fonte adolescente,
sémen de homens maduros, verbo, verbo.
Vida toda linguagem,
bem o conhecem velhos que repetem,
contra negras janelas, cintilantes imagens
que lhes estrelam turvas trajectórias.
Vida toda linguagem —
                como todos sabemos
conjugar esses verbos, nomear
esses nomes:
             amar, fazer, destruir,
homem, mulher e besta, diabo e anjo
e deus talvez, e nada.
Vida toda linguagem,
vida sempre perfeita,
imperfeitos somente os vocábulos mortos
com que um homem jovem, nos terraços do inverno, contra
                                                 [a chuva,
tenta fazê-la eterna — como se lhe faltasse
outra, imortal sintaxe
à vida que é perfeita
            língua
                      eterna.


Mário Faustino (Brasil, 1930-1962). Vida Toda Linguagem en O homem e sua hora e outros poemas (Brasil, Companhia de Bolso; 2009).


miércoles, 20 de septiembre de 2023

Solmaz Sharif (Turkey, 1983).

MASTER FILM


mi madre alrededor de esa porcelana azul

mi madre cuidando la sémola de caja y la despensa de 

solo agregue agua 

de la tercera familia más rica de alabama,

mi madre en la escuela presbiteriana 

y yo en el regazo de mi bisabuela 

cantando su casa, mi madre casi se ha ido

y en otra parte 

y preguntándose sobre papá, 

mi baba, conduciendo un taxi en poughkeepsie, 

cargando madera en rochester, treinta y tantos

y páginas de álbumes muertos,

filas enteras de aulas desaparecidas, 

mi baba terminándose su bud light junto al hudson

y escuchando “fast car”, 

mi baba en el vhs entrevistado por un amigo en nueva york, 

su cabello negro como el mío ahora, 

tengo cuatro años y en alabama lo veo

en ocasionales chambas en diferentes estados,

y en el video nuestro amigo le enseña una foto mía 

y pregunta 

¿cómo te sientes cuando ves a solmaz?

y baba diciendo 

apaga la cámara 

entonces apagua la cámara 

y luego

¿podrías por favor mirar hacia otro lado? 

no quiero que veas llorar a mi baba.


Versión al español doméstico: Minerva Reynosa


MASTER FILM


my mother around that blue porcelain,

my mother nannying around the boxed grits and just-add-water pantry

of the third richest family in alabama,

my mother at school on presbyterian dime and me

on my great grandmother’s lap singing

her home, my mother mostly gone

and elsewhere and wondering

about my dad, my baba, driving a cab

in poughkeepsie, lifting lumber in rochester, thirtysomething

and pages of albums killed,

entire rows of classrooms

disappeared, my baba downing bud light by the hudson

and listening to “fast car,” my baba on vhs

interviewed by a friend in new york, his hair

black as mine is now, i’m four and in alabama, i see him

between odd jobs in different states,

and on the video our friend shows baba a picture

of me and asks how do you feel when you see solmaz?

and baba saying turn the camera off then

turn off the camera and then

can you please look away i don’t want you to see my baba cry.


Solmaz Sharif, Look. USA: Graywolf Press, 2016.



miércoles, 16 de diciembre de 2020

Un poema de Victoria Chang, del libro Obit.

Poema "sin título" de Obit de Victoria Chang

Ed. Copper Canyon Press, USA, 2020.


Mensaje de voz -murió el 24 de junio de 2009, 

el mensaje de voz que dijo mi padre 

en la Transcripción Beta (poca confianza),

Hola hola mm puedo ser capaz de encontrar

a alguien para reducir el tamaño del

coche OK te amo. La Transcripción

Beta tenía baja autoestima. Se metió

al río entrecerrando los ojos y volvió

ciego. La Transcripción Beta no puede

transcribir la demencia. Mi padre en 

realidad dijo, doblaré el jugo, no te amo,

alguna mano puso un hilo fino alrededor

de mis pulmones y apretó. Ya que mi

padre nunca me había dicho eso antes.

En los segundos previos a la realización

del error, no sentí amor sino pánico. Leemos

para heredar las palabras, pero  algo está

siempre entre nosotros y las palabras.

Hasta la muerte, cuando la comprensión y

la desaparición ocurren simultáneamente.

miércoles, 3 de junio de 2020

Ya no estoy aquí o del peligro de la historia única

El 27 de mayo pasado Netflix estrenó el largometraje de Fernando Frías Ya no estoy aquí (México, 2019). La película inmediatamente se colocó entre los diez más populares y fue el primer lugar el fin de semana del estreno.

Escribo esto motivada por la melancolía que me provocó al verla y por el hueco emocional al digerirla. Ya no estoy aquí se contextualiza en el Monterrey del 2011, cuando la violencia del narco se recrudeció y la zona estaba en extremo peligrosa. Podemos ver parcialmente un Monterrey que se construye desde el imaginario de la cultura regia de los cholombianos. Aquellos que escuchan una variante de cumbia colombiana, pero rebajada, con una estética muy particular en su indumentaria, con cabellos extravagantes y un rica habla local. En algunas tomas acaso se pueden ver las faldas del cerro de la Loma Larga, los callejones de la parte alta de la colonia Independencia, el Cerro de la Silla, el Cerro de las Mitras y una parte de la Sierra Madre Oriental. Ya no estoy aquí ha resultado ser para propios y extraños de la cultura regiomontana, una sorpresa. ¿En realidad tendría una película que representar el grueso de una población, con sus relatos y experiencias? En el ensayo El peligro de la historia única de Chimamanda Ngozi Adichie habla sobre lo pernicioso de solo tener una sola versión del relato, una sola perspectiva de los hechos, una sola parte de la foto. A partir de su experiencia de vida, Adichie, nacida en Nigeria, en el continente africano, de familia clase media, hablante del inglés y del igbo; recuerda cuando llegó a vivir a los Estados Unidos y escuchó todos los  prejuicios de los norteamericanos que tienen de su país. El gran relato de la pobreza, la hambruna, la epidemia del sida en África mostraba una incapacidad y un fracaso para articular la dignidad de una nación, un continente que le ha dado tanto a las potencias mundiales, menciona Adichie. Como regiomontana en el exilio, me hago la pregunta ¿qué es lo auténticamente regio como para esperar que cualquier producto cultural represente a mi raza, a mi espíritu? Por fortuna, en Nuevo León, como toda geografía, goza de una diversidad cultural y natural que supera la idea, excluyente, donde todos los regios comemos carne asada, apoyamos a los equipos locales de futbol, vemos a Chavana o Multimedios TV, tomamos tecate ligth, bailamos exclusivamente cumbia norteña, nos encanta la coca y trabajamos 100 horas a la semana. Nací en Monterrey en 1979 y crecí en el centro, entre Madero y Arteaga. De familia clase media. Estudié en escuelas públicas, desde el kinder hasta el doctorado; y eso me hizo convivir con gente con variadas realidades socio-económicas, políticas, emocionales, sexuales, etc. Lo menciono porque de otra manera se pensaría que el regio promedio vive en San Pedro, como Cindy la Regia y estudiamos en el Tec, gastamos en dólares y somos hablantes nativos del inglés. Seguro cada uno de nosotros ha tenido o conoce las historias únicas de Tampico, Tijuana, Guanajuato, Tabasco, Xalapa...



Como plantea Adichie, el relato único es un prejuicio que crea estereotipos, crea historias incompletas de las comunidades y priva a las personas de su dignidad. Ya no estoy aquí es una película necesaria porque muestra la superficie de toda una realidad densa, compleja, de particulares ciudadanos regiomontanos, cholombianos, que como otros en otros sitios, hacen o han hecho de sus desavenencias parte de su orgullo y lo han plasmado en su identidad y en sus relaciones con los otros. La película no trata de la romantización de los cholombianos sino en aquellos que siempre han pagado un poco más los embates de la marginalización. Ya no estoy aquí es un ejemplo para ver las estructuras de opresión que nos tienen con la soga al cuello. Ver cómo, en este único relato, se establece la relación dispar donde uno es más poderoso que el otro; Cindy es mejor que Ulises, el fifí es mejor que el godín, el de San Nicolás es mejor que el de Villa de Juárez. Al establecer esa jerarquía que es ley en el estado, el que tiene más es el más chingón; desarticula la heterogeneidad, la diversidad de todos los que hacemos el lugar. Sí, en Monterrey no todos somos cholombianos porque también hay estudiantes, obreros, punks, darks, cumbieros, futboleros, queers, regetoneros, escritores, trabajadores domésticos, deportistas, hip hoperos... Lo ideal, es que la película más allá de desatar el gusto o el rechazo, la bondadosa aceptación o la furia, nos ponga a pensar sobre las infancias, las juventudes y mujeres en Nuevo León. No solo caer en el estereotipo, ponerle una etiqueta Made in La Indepe sino reflexionar todas las infamias que han hecho por décadas las instituciones, los gobernantes y los ciudadanos corruptos. Ulises es nuestro neoCholo en una neoOdisea hacia la nada, al sin lugar, por eso ya no está ahí porque está allá o acullá o quién sabe dónde. Ulises ha soltado las amarras tal vez pasa encontrar en el vuelo del gavilán otro ímpetu de la cólera. Lo repito, la infamia ha perdurado por décadas y hemos sobrevivido al chantaje de las autoridades por la cantaleta de Nuevo León Estado de Progreso. Ya no estoy aquí es un mirar más allá de la pobreza socio-económica y del capital cultural de los protagonistas y la ciudad. Es una oportunidad para observar y hacer crítica consciente de las violencias, a las cuales nos sometemos por querer ser algo que no hemos sido. Una oportunidad para pensar sobre la precarización de la vida, del trabajo, la calidad educativa, el esparcimiento y la expresión colectiva. Ya no estoy aquí curiosamente no habla solo de cholombianos desquehacerados con su sarolo, habla del arrebato al que estamos siempre expuestos ante la vileza de personas con nombre y apellido: Natividad González Parás, Aldo Faschi, Rodrigo Medina, Alberto Madero, El Bronco, los grupos paraestatales, etc. Ya sé que es una película y estoy denseando mucho. Pero justo por eso, me hizo un hueco en el corazón. En la historia de la película, de repente ser joven es maravilloso pero no tanto, por la pobreza y el estigma; y todo se esfuma, desaparece, termina por ese episodio que nos hicieron nombrar como la guerra contra el narcotráfico. Ya no estoy aquí acompañada desde la lectura de Chimamanda N. Adichie, es una oportunidad para equilibrar los relatos y vivir la resilencia, el orgullo identitario, la vital de lo ajeno. Para mí Ya no estoy aquí se trata de aquellos deshistorizados, porque para la media regia no son legítimos como los migrantes, las comunidades indígenas; pero justo es la paradoja de la película, negarlos para reafirmar que existen. Es la historia de los insumisos, de los que aún están ahí o no, pero estuvieron o están o estarán. 

Puro símbolo uno símbolo star compa.
Desde el Cerro de las Mitras mental para el mundo,
Minerva Reynosa

miércoles, 25 de marzo de 2020


Kristina Rungano nació en Harare, Zimbabwe en 1963. En su ciudad natal asistió a escuelas católicas. En Inglaterra obtuvo la licenciatura en Ciencias Computacionales. Vive y trabaja como profesora en Inglaterra. Ha sido la primera poeta mujer publicada en Zimbabwe. Ha publicado Storm of Brewing (1985)  y To Seek a Reprieve and Other Poems (2004). En sus textos, emplea una variedad de personajes para trazas los aspectos de la experiencia como mujer y también trata los impactos de la guerra.


Parto

Durante nueve meses lo tuve en mi vientre.
Nueve meses de desilusión y dolor.
Aliviada solo ocasionalmente por las suaves patadas dentro de mí;
El suave movimiento de la vida que creé dentro de mí.
Nueve meses esperé este día;
Nueve meses y el grotesco bulto creciendo en mí.
Y Kit haciendo numerosos sacrificios -de paciencia y amor-
Nueve meses tristes esperando este día.

Y ahora comenzaba a sentir dolores agudos en mí
-y mamá diciendo son las contracciones-
Los dolores que serán la primavera de una nueva vida...
Será un niño, pensé con intenso asombro,
- Qué orgulloso estaría su padre,
- O será una niña -
Alguien a quien podría enseñar a ser como yo
Y mimar con lindos vestidos
¿Y flores  dulcemente perfumadas para adornar su cabeza?
 
Miré a los ojos de Kit
- Los ojos que me habían visto dentro
- Los ojos que conocieron mi tristeza y alegría durante nueve meses. 
Y vi en ellos todo amor y cuidado.
- El dolor que sintió por mí.
Y como el sol en una fría mañana 
Me liberó de todo miedo, de toda desolación.
 
Miré con cálida contemplación
Hasta el momento en que su cálido abrazo diría
‘Nuestro bebé: la esencia misma de nuestro amor
Y unas manitas diminutas se aferrarían a mis senos con hambre 
La boca diminuta sacando leche tibia de mi
Una carita inocente mirándome a la cara.
Con confianza
Aprendiéndome, tal como Kit lo hizo.
 
Lo sentí, Kit
Capturado por una previsión de los estivales días por venir 
Los días en que -no solo dos-
Caminaré en el anochecer
Acariciada por la cálida brisa
Y nuestro hijo aprenderá a cantar como los pájaros para dormir 
y bailar kan-kan con las luciérnagas.
 
Y así fui llevada a la sala de partos 
mientras Kit esperaba
- Esperando de nuevo
- Esperando con anticipada calidez 
- Esperando por el despertar de mi recién comienzo

Labour
For nine months I had borne him in my womb.
Nine months of disillusionment and pain
Relieved only occasionally by the gentle kicking within me;
The gentle movement of the life I created within me
Nine months I waited for this day;
Nine months and the grotesque lump growing on me.
And Kit making numerous sacrifices – of patience and love –
Nine dreary months of waiting for this day.
And now I was beginning to feel sharp pains in me –
And mama saying they are labour pains –
The pains which will be the spring of new life...
 Would it be a boy, I thought with intensified wonder,
– How proud his father would be,
– Or would it be a girl –
Someone I could teach to be just like me
And spoil with pretty frocks
And sweetly scented flowers to adorn her head?
I looked up into Kit’s eyes
– The eyes that had seen me through
– The eyes that had known my sadness and joy for nine months
And I saw in them all love and care
– The pain which he felt for me
And like the sun on a cold morning
Relieved me of all fright, all desolation.
I looked with warm contemplation
To the moment when his warm embrace would say
‘Our own baby – the very essence of our love
And tiny little hands would cling to my breasts in hunger
Tiny mouth drawing warm milk from me
An innocent little face looking into my face.
With trust
Learning me, just as Kit did.
I felt him, Kit
Captured by a foresight of summer days to come
The days when we – no longer just two –
Would walk in the dusk
Caressed by the warm breeze
And our child would learn to sing the birds to sleep
And dance the kan-kan with the fireflies.
And thus I was borne to the labour ward
Whilst Kit waited
– Waited again
– Waited in warm anticipation
– Waited for the awakening of my new beginning.